ALLET URUGUAYO EN EL EXTERIOR Actualmente la ex bailarina Fabienne Cerutti se dedica a la docencia. Parte de su tiempo dicta clases a las nuevas generaciones que están formándose en la École de Danse de la Opéra de París, y viaja varias veces por año a Japón, donde imparte cursos magistrales. Su formación y su vida profesional estuvieron marcadas por la exigencia, primero la que le aplicaron sus maestros y luego la que ella misma se impuso. Es la manera que conoce para alcanzar el máximo nivel. En agosto llegó a Uruguay invitada por Julio Bocca a ofrecer clases de perfeccionamiento para el cuerpo de baile del Ballet Nacional del Sodre. Durante tres semanas “exprimió el tiempo” para poder impregnar las aulas donde ensaya la compañía con el aura de la escuela francesa. “Es un honor haber sido invitada y ojalá algo de nuestras técnicas se arraiguen aquí”, comentó la profesora. Y tal como detalló, lo más importante para lograr este propósito fue contar con el máximo interés de los bailarines. A lo largo de su trayectoria profesional Cerutti se colocó en los lugares más altos en el mundo de la danza clásica. Para alcanzar ese nivel cree que todo bailarín debe tener en claro que el trabajo debe ser permanente. “Se puede tener talento, pero sin esfuerzo no se alcanza la excelencia. Un bailarín puede estar muy dotado, pero quizás no llega lejos, y alguien que no está dotado naturalmente sí puede ir muy, muy lejos si se lo propone. Esta es una profesión donde el querer y la voluntad de trabajo son el motor principal”.

ALLET URUGUAYO EN EL EXTERIOR Actualmente la ex bailarina Fabienne Cerutti se dedica a la docencia. Parte de su tiempo dicta clases a las nuevas generaciones que están formándose en la École de Danse de la Opéra de París, y viaja varias veces por año a Japón, donde imparte cursos magistrales. Su formación y su vida profesional estuvieron marcadas por la exigencia, primero la que le aplicaron sus maestros y luego la que ella misma se impuso. Es la manera que conoce para alcanzar el máximo nivel. En agosto llegó a Uruguay invitada por Julio Bocca a ofrecer clases de perfeccionamiento para el cuerpo de baile del Ballet Nacional del Sodre. Durante tres semanas “exprimió el tiempo” para poder impregnar las aulas donde ensaya la compañía con el aura de la escuela francesa. “Es un honor haber sido invitada y ojalá algo de nuestras técnicas se arraiguen aquí”, comentó la profesora. Y tal como detalló, lo más importante para lograr este propósito fue contar con el máximo interés de los bailarines. A lo largo de su trayectoria profesional Cerutti se colocó en los lugares más altos en el mundo de la danza clásica. Para alcanzar ese nivel cree que todo bailarín debe tener en claro que el trabajo debe ser permanente. “Se puede tener talento, pero sin esfuerzo no se alcanza la excelencia. Un bailarín puede estar muy dotado, pero quizás no llega lejos, y alguien que no está dotado naturalmente sí puede ir muy, muy lejos si se lo propone. Esta es una profesión donde el querer y la voluntad de trabajo son el motor principal”.